La educación es un proceso bidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar, no sólo través de la palabra, sino con nuestras acciones, sentimientos y maneras de actuar y de ello se extrae la necesidad de guiar y controlar las «educaciones» que recibe el niño en esta «sociedad del conocimiento«. Si consideramos a la persona en su totalidad con sus dimensiones biológica, psicológica, social y espiritual seremos conscientes de que el desarrollo de todas ellas implica una amplia visión de la educación. Sobre todo en edades tempranas, los niños son como «esponjas» y cualquiera de las experiencias que viven marcan su personalidad de forma decisiva para la edad adulta. La tradicional manera en que la escuela ha educado desde su invención ha creado algunos huecos que hoy vuelve pertinente y necesaria una nueva manera de aprender, ya que la constante innovación cultural y tecnológica ha permitido a los estudiantes ser los artífices de sus propios procesos de enseñanza-aprendizaje.
Teniendo en cuenta esta concepción de persona y de la educación se entiende la necesidad de atender a las necesidades educativas especiales para formar a la persona en su totalidad y en su individualidad permitiendo su pleno desarrollo. El proceso educativo se ha catalogado a partir de tres conceptos: la educación formal, la no formal y la informal:
Educación Formal
El sistema educativo institucionalizado, cronológicamente graduado y jerárquicamente estructurado que abarca desde la escuela primaria hasta la universidad.
Educación Informal
Proceso que dura toda la vida y en el que las personas adquieren y acumulan conocimientos, capacidades y actitudes de las experiencias diarias y del contacto con su medio.
Educación No Formal
Toda actividad educativa organizada y sistemática realizada fuera de la estructura del sistema formal, para impartir cierto tipo de aprendizaje a ciertos subgrupos de la población, ya sea adultos o niños.
En el caso de la educación no formal, a través de diferentes metodologías se produce un aprendizaje diseñado en función de objetivos explícitos de formación o de instrucción, que no están directamente dirigidos a la obtención de los grados propios del sistema educativo institucionalizado: el resultado de este se materializa en una serie de habilidades, conocimientos, actitudes y valores. P. H. Coombs, en su obra The World Educational Crisis, hizo énfasis en la necesidad de desarrollar medios educativos diferentes a los convencionalmente escolares.
El tiempo libre de los niños después de clase o incluso dentro de horario lectivo pasa a ser considerado una buena oportunidad para elaborar planes de intervención educativa al margen de la educación reglada que respondan a otras necesidades:
Y vosotros, ¿también apostáis por la educación no formal? ¿Creéis que es suficiente para la formación de una persona? ¿Qué opináis de las nuevas formas de alfabetizar? ¿Es suficiente la educación formal (académica) para formar a los profesionales y las personas que demanda la actual sociedad?
Con el comienzo del nuevo curso los padres eligen, a veces junto a los hijos, cuál será el complemento educativo idóneo para el desarrollo de las aptitudes de los hijos a lo largo del año escolar. Competencias como la música, las manualidades, la danza, los idiomas o el deporte siguen ofreciendo un amplio abanico de actividades para que lo más pequeños incrementen su creatividad y fomenten sus «otras inteligencias», las inteligencias múltiples de Howard Gardner.
A este respecto de las inteligencias múltiples los padres, conocedores del competitivo mercado laboral en el que se incorporarán sus hijos y de las demandas de la sociedad moderna, se han vuelto cada vez más rigurosos y exigentes con la formación de sus hijos. La inteligencia es una capacidad que se puede desarrollar y aunque existe un componente genético, hay ciertas potencialidades que se van a incrementar en función de las experiencias vividas. Es tiempo de optar por alternativas integradoras, que combinen la práctica del idioma con los deportes: liberar endorfinas mientras aprendes un idioma y desarrollas tus aptitudes sociales es un excelente método para que los conocimientos ahonden en los más jóvenes.
Todo este aprendizaje no formal ha de ser coordinado, controlado y dirigido, los niños aprenden a un ritmo diferente que impulsa sus destrezas y eleva su autoestima y motivación, como indica la investigación de Marina Ferragut a partir de estudios de varias universidades. Además de eso, se ha comprobado que las actividades extraescolares afectan positivamente en el rendimiento escolar, lo que supone un nuevo reto para los AMPAS y los docentes, que tienen que confeccionar planes que integren y sumen fuerzas para aportar valor a la formación de los alumnos sin que resten energías o distraigan su interés por el aprendizaje del plan de estudios.
En el caso de NaturEnglish nos planteamos nuestros programas de Nature Camp -dos o tres días de campamento combinando naturaleza e inglés con deportes multiaventura como escalada, espeleología, trecking, tiro con arco, etc. o Green Day -un día lectivo fuera del aula donde la enseñanza de historia o ciencias se traslada a un ambiente diferente, como respuesta a las necesidades de la educación actual y de manera que usemos el idioma como una herramienta de acceso al currículum de materias que no son estrictamente lingüísticas, para lograr así que el alumnado asimile unos conceptos concretos a través de la lengua extranjera. Entendemos este complemento educativo como un proyecto movilizador para los alumnos que logra darle significación a muchos contenidos que lo atraviesan y que de otra manera los docentes tendrán que pensar estrategias especiales para que el aprendizaje de los alumnos sea significativo. Se trata de dar vida a los contenidos teóricos que se estudian en el aula, guiando a los alumnos hacia un aprendizaje práctico y colaborativo a través de una breve pero fructífera inmersión lingüística.
«Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías, breve y eficaz por medio de ejemplos» Séneca.