Dicen que a ningún niño que saca un 10 en mates le piden que siga haciendo números en verano, pero en el caso del inglés es diferente, es una asignatura de fuera de currículo, muy «para la vida».
Cada vez hay más padres que, en la medida de sus posibilidades, le hablan a sus hijos un segundo idioma desde pequeños (o ponen dibujos animados en versión original). 10 minutos al día puede ser suficiente para que hagan oído, distingan acentos y reconozcan fonética. El bilingüismo no sólo mejora la atención, sino que sirve de entrenamiento mental y ayuda a ejercitar la memoria de los niños aunque a pesar de este dato y según un reciente informe del Estudio Europeo de Competencia Lingüística, el 63% de los alumnos no comprenden el idioma al finalizar la ESO.
El inglés es la única asignatura del plan de estudios que permite diferenciación, y esto es para profesores y alumnos. El hecho de que un alumno pase los veranos en el extranjero, acuda a clases extraescolares de inglés, realice inmersiones lingüísticas o participe en actividades con nativos capacita al cerebro para un mejor reconocimiento y una mayor adaptabilidad para el aprendizaje y la práctica del idioma.
Y la edad del alumno es otro valor de vital importancia por un punto clave: el estímulo del idioma. Diferentes estudios indican que los alumnos que sufren un desbloqueo al aparcar la asignatura por desinterés, más tarde tienen problemas para recuperar el tiempo perdido y seguir las clases, lo que hace que arrastre frustración con el idioma en un futuro.
Precisamente este es el punto que trabajamos desde NaturEnglish, cuando detectamos el problema decidimos que era necesario ofrecer una respuesta actualizada que fuera de utilidad para los colegios y reforzara el aprendizaje del alumno. No se trata de ser una academia de inglés que imparta las mismas clases del colegio, ni de dar clases particulares o esperar al verano para hacer un curso intensivo (aunque todos estos puntos suman para la experiencia global del idioma), nosotros lo vemos como algo que envuelva el aprendizaje del alumno con el paraguas del juego, el deporte, el trabajo en grupo, la motivación. Hacemos ver a los niños que saben más ingles del que creían y se sienten más seguros de sí mismos y, por qué no, comiencen a admirar el idioma.
Tell me and I forget. Teach me and I remember. Involve me and I learn. Benjamin Franklin
Y vosotros,
¿creéis que el inglés es una asignatura pendiente para los españoles pero no para la siguiente generación?
¿apostáis por el aprendizaje temprano del idioma?
¿cuál creéis que es la mejor fórmula para que los niños se motiven con el idioma?